El panorama del comercio electrónico, dominado en los últimos años por los precios bajos y las compras masivas en plataformas como Shein y Temu, enfrenta un cambio de reglas.
La reciente eliminación de la exención de impuestos a paquetes de bajo valor, conocidos como «minimis» en Estados Unidos, y el aumento de impuestos por parte de SAT a las importaciones generó un aumento directo en los precios y se prevén todavía más aumentos.
El Bolsillo del Consumidor: El Primer Afectado
Hasta hace poco, la mayoría de los paquetes de Shein y Temu ingresaban a países como México y Estados Unidos bajo un esquema que les permitía evitar el pago de aranceles significativos si su valor era menor a 800 dólares o si se les catalogaba como productos originarios de países como Vietnam.
Esta ventaja competitiva se tradujo en los precios ultrabajos que atrajeron a millones de usuarios en México y todo el mundo, aunado a estrategias como ofertas relámpago y a recompensas por la atracción de nuevos usuarios.
Sin embargo, las nuevas regulaciones han cambiado el panorama en México, por ejemplo, los impuestos para estas importaciones han saltado de un aproximado 19% a un 33.5%. En la práctica, esto significa que los productos se encarecen directamente para el comprador final.
Plataformas como Temu ya han comenzado a mostrar avisos a sus usuarios, advirtiendo que los cargos de importación ahora cubrirán los aranceles pagados a las autoridades en su nombre.
De la Sorpresa a la Indignación: El Pulso en Redes Sociales
La respuesta de los consumidores no ha tardado en manifestarse en plataformas como TikTok, Facebook y X (antes Twitter). El sentimiento general es una mezcla de frustración y resignación.
Comentarios como «No más Shein» o «se acabó lo bueno» se han vuelto comunes en videos y publicaciones que analizan el impacto de los nuevos impuestos.
Esta ola de reacciones también afectó a un modelo de negocio que floreció al amparo de estas plataformas: las micro-revendedoras, conocidas en redes como «nenis«, quienes ahora ven amenazado su margen de ganancia al tener que absorber o trasladar estos nuevos costos a sus clientes.
A la par de las quejas, han surgido videos explicativos y tutoriales que intentan descifrar las nuevas reglas, aunque la conclusión es la misma: el consumidor final es quien asume el costo del impuesto.
¿Un Nuevo Paradigma para el Comercio Electrónico?
Este ajuste fiscal busca, según las autoridades, nivelar la competencia para los comerciantes nacionales y aumentar la recaudación.
Para los gigantes asiáticos, el desafío es mayúsculo. La pérdida de su principal ventaja competitiva, ventas masivas a bojo costo, podría forzarlos a reestructurar su logística.
Una de las soluciones que se vislumbra es la creación de centros de distribución y almacenes locales en Norteamérica, aunque el panorama para que esto se dé es incierto debido a las políticas proteccionistas del gobierno actual en Estados Unidos.
De hecho, Temu ha comenzado a destacar productos que se envían desde su «Almacén local» en Estados Unidos, garantizando entregas más rápidas y sin los nuevos cargos de importación.
Para los usuarios, el cambio es claro: la era de las compras impulsivas de artículos a precios mínimos parece llegar a su fin.
Una encuesta de la consultora GobernArte señala que, debido a los aranceles, el 39.5% de los compradores habituales de estas plataformas planea reducir la frecuencia de sus compras, mientras que un 34.8% buscará otras alternativas que resulten más económicas.
El festín de las importaciones a bajo costo llegó a su fin, y tanto consumidores como empresas deben adaptarse a un mercado con nuevas y más estrictas reglas fiscales.
