La narrativa tradicional que sitúa a los videojuegos como una distracción improductiva enfrenta un desafío directo ante los datos más recientes de la industria.
El informe Global Power of Play 2025, publicado por la Entertainment Software Association (ESA), revela una tendencia creciente donde el entretenimiento digital se transforma en una herramienta de capacitación involuntaria pero efectiva.
Según el estudio, el 50% de los jugadores en México y a nivel global reconoce que el gaming ha influido positivamente en su trayectoria profesional, facilitando el desarrollo de competencias técnicas y conductuales aplicables en el entorno laboral.
Impacto laboral: soft skills y desarrollo técnico
El mercado laboral contemporáneo valora cada vez más las habilidades blandas (soft skills), y los entornos virtuales parecen funcionar como simuladores efectivos para su entrenamiento.
La encuesta, realizada por la firma de investigación AudienceNet, destaca que la percepción de utilidad de los videojuegos trasciende el simple disfrute mecánico para convertirse en un activo curricular tangible.
Creatividad y resolución de problemas como activos laborales
Los datos específicos para México muestran una valoración superior al promedio mundial en categorías críticas para la innovación empresarial.

Mientras que el promedio global sitúa la mejora de la creatividad en un 77%, el 86% de los jugadores mexicanos afirma que su experiencia de juego ha potenciado esta capacidad.
De igual forma, el trabajo en equipo y la colaboración son citados por el 81% de los encuestados nacionales como habilidades perfeccionadas frente a la pantalla, superando el 74% del registro global.
El fenómeno de la transferencia de habilidades
Esta transferencia de competencias del mundo virtual al real no se limita a la interacción social.
El pensamiento crítico (71%) y la adaptabilidad (72%) aparecen como destrezas que los usuarios ejercitan constantemente al enfrentar mecánicas de juego complejas.
Stanley Pierre-Louis, presidente y CEO de la ESA, enfatiza esta dimensión utilitaria:
«Demostrado tanto por investigaciones académicas como por una de las mayores encuestas a consumidores jamás realizadas a jugadores de videojuegos, los juegos aportan un valor inmenso a nuestras vidas, ofrecen vías sin fronteras para la conexión y mejoran nuestro bienestar mental y social».
Para visualizar la magnitud de esta percepción en el mercado local frente al global, se presenta el siguiente desglose de datos:
| Habilidad Desarrollada | Promedio Global | Promedio México | Diferencia |
| Creatividad | 77% | 86% | +9% |
| Resolución de problemas | 76% | 81% | +5% |
| Trabajo en equipo | 74% | 81% | +7% |
| Reducción de estrés | 77% | 83% | +6% |
Salud mental y conexión social en cifras
El rendimiento profesional está intrínsecamente ligado al bienestar emocional, y aquí los videojuegos actúan como un mecanismo regulador del estrés.
En México, una abrumadora mayoría del 83% de los jugadores utiliza esta actividad para reducir la tensión acumulada, una cifra significativamente mayor al 58% que reporta hacerlo a nivel global como razón principal.

Además, la soledad, un factor que merma la productividad y la salud general, es mitigada gracias a estas plataformas; el 67% de los mexicanos indica sentirse menos aislado al jugar, validando la función del medio como un conector social efectivo.
El ecosistema detrás de la experiencia
Para que el desarrollo de habilidades y el bienestar ocurran, el entorno de juego debe garantizar la seguridad del usuario, un aspecto que la industria gestiona mediante herramientas de control y clasificación.
El sistema de la Entertainment Software Rating Board (ESRB), alineado con la normativa mexicana, proporciona la infraestructura necesaria para que padres y usuarios filtren contenidos adecuados por edad y temática.
Según detalla la ESA en sus recursos de seguridad y confianza, la protección se estructura en tres pilares fundamentales que permiten un consumo responsable:
- Herramientas de control parental: Disponibles en consolas y PC para gestionar tiempos de pantalla y gastos.
- Clasificación de contenidos: Etiquetas visibles que advierten sobre violencia, lenguaje o compras integradas.
- Gestión de la comunicación: Filtros que permiten a los padres restringir con quién interactúan los menores en línea.
Este marco de seguridad es el que habilita que el 61% de los jugadores mexicanos reporte un impacto positivo en la relación con sus hijos, transformando el juego en una actividad familiar segura y supervisada.
La redefinición del ocio productivo
La evidencia presentada en el Global Power of Play 2025 sugiere que la dicotomía entre trabajo y juego se está desdibujando en favor de un enfoque más integrado.
Los usuarios ya no consumen videojuegos únicamente para evadirse, sino que identifican en ellos un recurso activo para la mejora personal y profesional.
Para el usuario final, esto implica que las horas invertidas en el ocio digital pueden capitalizarse como entrenamiento en liderazgo, gestión de crisis y creatividad, siempre que se realice de manera consciente y equilibrada.





