Como a varios de la Generación X o antecesores a la que pertenecemos, nos tocó vivir el avance de la tecnología conforme fueron pasando los años, desde una televisión en blanco y negro hasta las pantallas 4K, desde los walkman hasta los mini iPad, desde el teléfono de disco hasta los teléfonos inteligentes, desde el Guia Roji hasta Google Maps, y así me puedo seguir citando ejemplos de como la tecnología ha avanzado en el paso de los años.
Sin duda alguna los videojuegos no son la excepción, nos tocó ver su nacimiento desde el primer juego electrónico realizado en un laboratorio de investigación (con el juego Tenis para dos), la aparición de las primeras consolas de videojuegos, el más comercial fue Atari (y sus competidores Intelivision, ColecoVision, etc.).
También nos tocó vivir el declive de los videojuegos en 1983 – 1984 (aunque en México no fue tan notorio, ya que aquí los videojuegos eran más conocidos por gente de clase alta). Hasta la llegada de Nintendo.
Todos los gamers de estas generaciones fuimos asombrados por infinidad de innovaciones, cosas jamás antes vistas e increíbles en esos años. Los videojuegos fueron motivo para preferir quedarse en casa en varias ocasiones, para resolver puzzles, explorar mundos fantásticos, derrotar a un enemigo, salvar a una princesa de las garras de un villano, salvar todo un reino del algún mal o simplemente disfrutar de una historia interactiva, y hoy por hoy los videojuegos no han dejado de serlo, y en estas épocas de cuarentena se ha incrementado.
Pero regresando al punto, vivíamos así, igual nos tocaron las arcadias (maquinitas) donde «socializabas» con gente afín para poder «echar las retas». Pero hubo algunos de nosotros que queríamos ir más allá, que siempre nos cuestionábamos ¿a quién se le ocurrió hacer un reino con base en champiñones?, ¿a quién se le habrá ocurrido diseñar un robot humanoide azul para salvar al mundo de un doctor científico creador de robots programados para conquistar el mundo?.
Muchos nos preguntábamos eso entre otras cosas, pero también la curiosidad de crear nuestro propio videojuego, nuestra propia historia narrada en estos, ser como un Dios creador de mundos, reinos y universos. Somos justo esos de los que decidimos estudiar alguna carrera relacionada con sistemas computacionales, algunos otros se fueron a lado del diseño gráfico, otros al arte. En aquellos tiempos no existía ni siquiera una carrera o una escuela dedicada al desarrollo de videojuegos como ahora.
Como muchos con el paso del tiempo fueron cambiando de opinión, ya que el hacer videojuegos en ese entonces era una tarea titánica (lo sigue siendo), donde habría que aprender matemáticas, que de entre ellas álgebra booleana, álgebra lineal, métodos numéricos e incluso ecuaciones diferenciales y por supuesto, saber programación. Hoy en día esos conocimientos siguen siendo esenciales, pero ya existen herramientas como motores de juegos como Unreal o Unity por ejemplo, donde ya están implementados estos conceptos y ya es mucho más rápido el desarrollo, con la graficación e implementación de algoritmos de inteligencia artificial (IA).
Yo no lo sabía, pero cuando me dí cuenta de esto, fue como si mi cerebro explotara, ya que ahora veo sentido a tantos años de estudio en estas ramas, fue como descubrir el sentido al trinomio cuadrado perfecto.
Ahora ya hay carreras como licenciaturas, maestrías, diplomados, cursos en linea para poder profesionalizarse en el desarrollo de videojuegos, lo interesante es, que es un área multidisciplinaria, donde no necesitas todas las habilidades técnicas, incluso si eres ilustrador, músico, diseñador gráfico, entre otras ramas puedes ser parte del equipo de todo el desarrollo de videojuegos, pero lamentablemente no es una profesión que sea tan conocida.
El desarrollo de videojuegos es una profesión incluso llena de tabúes ya que también nos ha tocado experimentar en México «el desprestigio de los videojuegos, donde los calificaban de violentos y dañinos», eso influye y mucho. Muchas veces para dedicarse a esta profesión hay que trabajar de freelance ya que en México no hay empleos de este rubro, crear un portafolio de proyectos, hacer experiencia en el extranjero, donde te llevará tal vez aprender más de un idioma. Y sí, muchas veces es agotador, nos obliga a pensar que es mejor tener un buen empleo aunque no nos guste del todo para poder vivir, haciendo un lado todo lo demás a veces por necesidad.
Hay que ser muy tenaz para poder tener éxito al desarrollar videojuegos, esa es la realidad, que sí es una industria y debe dejar ganancias, muchas de esas ganancias no tienen que ser forzosamente monetarias, los veo como una forma de expresión más como escribir un libro o hacer una película, donde haces que el videojuego transmita emociones al jugador, y las experimente hasta apasionarse y al mismo tiempo se divierta.