En vastas zonas de México, la promesa de una conexión a internet por fibra óptica sigue siendo un eco lejano.
Mientras la infraestructura terrestre avanza con lentitud, una tecnología ya disponible es frecuentemente descartada por prejuicios anticuados: el internet satelital.
Creencias sobre su alto costo, lentitud o poca fiabilidad, que quizás fueron ciertas hace una década, hoy no se sostienen ante la evidencia. Es momento de analizar los cinco mitos más persistentes y contrastarlos con los datos y la tecnología disponible en 2025.
Mito 1: “Es un servicio excesivamente caro”
La percepción de que el internet satelital es un lujo inalcanzable es el primer muro a derribar. La realidad del mercado actual muestra una gama de precios competitiva, especialmente cuando se compara con el costo de paquetes de datos móviles limitados o la ausencia total de conexión.
Planes residenciales como el de HughesNet ofrecen velocidades funcionales por $799 al mes, otras opciones, si bien pueden superar los $900, compiten directamente con lo que muchos usuarios ya pagan por servicios terrestres o móviles deficientes.
El verdadero costo no está en la factura mensual, sino en el aislamiento que provoca la desconexión.
| Compañía | Paquete y límite de datos | Velocidad de descarga | Precio mensual |
| Starlink | Starlink Itinerante 50 GB con datos ilimitados | 100 Mb | $900 |
| HughesNet | Hughesnet Plan Conecta | 25 Mb | $799 |
| ON Internet | ON Internet Satelital 25 – 20 | 25 Mb | $989 |
| StarGo (Telmex) | Alta Velocidad 25 con 10 GB | 25 Mb | $959 |
Mito 2: “La señal se interrumpe cuando llueve”
Este es quizás el mito con mayor base real, pero su alcance está sobredimensionado. El fenómeno, conocido como rain fade, solo afecta la conexión bajo condiciones climáticas extremas, como tormentas de gran intensidad o nubes de una densidad inusual.
En lluvias normales o ligeras, habituales en la mayor parte del territorio, el servicio opera sin problemas. A diferencia de la infraestructura terrestre, que puede sufrir daños físicos y tardar días en ser reparada tras una tormenta, la señal satelital se restablece automáticamente en cuanto el temporal amaina.
Mito 3: “Es demasiado lento para el uso actual”
Si bien el internet satelital no busca competir con las velocidades gigabit de la fibra óptica en zonas urbanas, sus prestaciones actuales son más que suficientes para la mayoría de las actividades digitales.
Servicios estándar ofrecen velocidades de 25 Mbps, capaces de soportar sin inconvenientes videollamadas, clases en línea, operaciones bancarias y streaming de video. Para usuarios con mayores demandas, existen alternativas como Starlink que alcanzan los 100 Mbps, demostrando la versatilidad de la tecnología.
Mito 4: “La latencia lo hace completamente inútil”
La latencia, el tiempo de respuesta de la señal, es el diferenciador técnico clave en el internet satelital y depende del tipo de satélite que se utilice.
Los satélites geoestacionarios (GEO), como los que usa Hughes, orbitan a 36,000 km de la Tierra. Esta enorme distancia genera una latencia alta, que sí afecta actividades que dependen de la reacción inmediata, como los videojuegos competitivos en línea.
Sin embargo, para navegar por internet, ver videos en streaming (donde el búfer compensa el retraso), usar redes sociales o realizar consultas de telemedicina, el servicio es perfectamente funcional. Por otro lado, las constelaciones de baja órbita (LEO), como Starlink, al estar a solo 500-2,000 km, ofrecen una latencia mucho menor, adecuada para casi cualquier uso.
Mito 5: “Su instalación es muy complicada”
Este es el mito más sencillo de desmentir. La instalación del internet satelital no recae en el usuario. Un técnico certificado por el proveedor se encarga de todo el proceso.
Este profesional acude a tu domicilio o negocio, realiza el montaje de la antena y la configuración del módem, y deja el servicio funcionando en cuestión de horas. El equipo no requiere un mantenimiento constante por parte del cliente.
La brecha digital se cierra desde el cielo, no desde el suelo
La evidencia de 2025 demuestra que el internet satelital es una tecnología madura, diversificada y accesible.
Las objeciones comunes sobre costo, velocidad y fiabilidad se basan en un pasado tecnológico que ha sido superado.
Para millones de mexicanos en comunidades rurales o suburbanas, esperar la llegada de la fibra óptica es una apuesta incierta.
El internet satelital no es una promesa futura; es una herramienta funcional que puede habilitar hoy la educación, la economía digital y la comunicación. La discusión ya no debe centrarse en si funciona, sino en cómo aprovecharlo para integrar a todo el país a la red global.





