La seguridad alimentaria enfrenta una cuenta regresiva crítica hacia 2050, año en que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima una población global de 10,000 millones de habitantes.
Ante la evidencia de que la ganadería tradicional no podrá escalar su producción sin colapsar los recursos hídricos y de suelo disponibles, la convergencia entre biotecnología y automatización industrial surge como la única respuesta técnica viable para cerrar la brecha proteica.
Infraestructura digital para la cría de insectos
La startup Nasekomo ha implementado un sistema de gestión de datos que denomina «gemelo digital» para industrializar la producción biológica.
Más allá de la simulación celular, esta aplicación de tecnología operativa (OT) utiliza la plataforma Siemens Xcelerator para estandarizar rigurosamente las condiciones climáticas y los ciclos de vida de las larvas, permitiendo replicar el modelo en franquicias industriales masivas.
«Nasekomo emplea Siemens Xcelerator para orquestar todo el proceso, desde los controles ambientales hasta los ciclos de alimentación, funciona con la máxima eficiencia», detalla Alejandro Preinfalk, presidente y CEO de Siemens México, Centroamérica y Caribe.
El sistema se apoya en sensores y algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) que monitorean en tiempo real el desarrollo de millones de larvas.
Esta digitalización del entorno biológico permite predecir mutaciones benéficas y ajustar las rutas metabólicas, transformando una granja de insectos en una planta de procesamiento de datos biológicos de alta precisión.
Eficiencia de conversión en la Mosca Soldado Negra
El núcleo de esta innovación no es el software, sino el «hardware» biológico: la Mosca Soldado Negra.
A diferencia del ganado vacuno, que requiere enormes cantidades de agua y forraje para producir un kilo de carne, este insecto posee una capacidad de bioconversión acelerada que transforma residuos agrícolas en proteínas ricas en aminoácidos.
La integración del software de gestión energética SIMATIC garantiza que este proceso biológico ocurra con el menor gasto energético posible.
Al redirigir el exceso de calor generado por los propios sistemas hacia la producción, se logra un ciclo de economía circular que reduce significativamente la huella de carbono asociada a la producción de alimento animal.
Investigación biotecnológica en universidades mexicanas
México participa en esta tendencia global a través de investigaciones académicas que priorizan el uso de recursos locales sobre plataformas propietarias. Investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Universidad de Guadalajara (UDG) desarrollan métodos para la extracción de proteínas a partir de microalgas y cianobacterias, enfocándose en la eficiencia nutricional.
Por su parte, instituciones como la Universidad Anáhuac trabajan en la modificación de proteínas vegetales endémicas.
El estudio de cultivos resilientes como el árbol de Ramón y el amaranto busca mejorar su valor funcional mediante consorcios de bacterias y levaduras, ofreciendo una alternativa de «baja tecnología» pero alto impacto biológico frente a las soluciones industriales europeas.
Viabilidad comercial y barreras regulatorias
La aplicación de gemelos digitales en la biotecnología representa un avance logístico crucial para estabilizar los precios de la proteína global.
El beneficio inmediato para el usuario no radica en el consumo directo de insectos, sino en la reducción de costos en la cadena de suministro de alimentos convencionales y la disminución del impacto ambiental de la industria cárnica.
Sin embargo, la escalabilidad real de proyectos como el de Nasekomo dependerá estrictamente de la agilidad de los gobiernos para establecer marcos regulatorios que avalen la seguridad de estos nuevos insumos en la dieta humana y animal.





