El arte sobre el algoritmo: Cerveza Victoria reivindica a la Inteligencia Natural

En la era del CGI y la Inteligencia Artificial, una marca mexicana invierte en la animación pictórica artesanal para su campaña de Día de Muertos, convirtiendo el riesgo estético en su mayor diferenciador.

  • La campaña «A ti, ¿quién te espera?» de Victoria se basa en la animación cuadro por cuadro pintada al óleo, un proceso manual que evita el uso de atajos tecnológicos.
  • El riesgo estético y la visibilidad de la «imperfección» humana son activos que buscan generar autenticidad y prestigio en festivales de cine y publicidad.
  • La consistencia narrativa de la marca al priorizar el oficio artesanal y la conexión emocional se traduce en fidelidad por parte del consumidor en México.

Vivimos bombardeados por la publicidad, en todo momento y lugar nos encontramos con campañas que pretenden mover nuestras emociones, y ahora los estímulos se crean mediante efectos de CGI (Imágenes Generadas por Computadora) y la ascendente Inteligencia Artificial (IA) como atajo creativo.

Concentrándose en la originalidad, Cerveza Victoria tomó una decisión radical: para su campaña de Día de Muertos 2025, “A ti, ¿quién te espera?”, porque apostó por el camino largo.

La marca decidió producir un cortometraje animado cuadro por cuadro, pintado enteramente al óleo, volviendo al oficio artesanal y la imperfección humana como su principal activo de comunicación, por fin algo que atrae la atención dando tiempo al público para saborear cada nota y cada cuadro.

Este movimiento no es solo un capricho estético, sino una declaración editorial que busca conectar con el consumidor mexicano a través de la autenticidad, priorizando el arte con propósito sobre la velocidad digital.

La Decisión del Óleo

La base de esta propuesta es un acto de resistencia técnica. Mientras que muchas producciones optan por renders 3D que ofrecen inmediatez y perfección, la campaña de Victoria se construyó a partir de la animación al óleo.

Este proceso implica pintar a mano cada fotograma que compone la secuencia final, lo cual resulta en una estética artesanal que se siente más cercana a una pieza de galería que a un comercial de televisión, por lo que no es de extrañar el éxito de su cortometraje, que ya lleva más de 6 millones 431 mil 943 reproducciones, del 10 de octubre al momento de publicar esta nota.

Técnica: Animación cuadro por cuadro y su oficio

Este riesgo estético es una apuesta directa al sentimiento del espectador. El resultado es una pieza íntima, melancólica y pictórica que se distancia de las fórmulas rápidas.

Por lo que no es de extrañar encontrar en las redes a personas dispuestas a compartir el contenido y expresar las emociones que éste les ocasionó mediante frases como «Si yo lloré, no lo haré solo«.

La diferenciación en la era de los atajos digitales

El valor de esta campaña, desde el punto de vista del usuario, reside en la promesa tácita de autenticidad que ofrece la mano de obra.

En un mercado donde la tecnología permite simplificar la producción a niveles masivos (como ejemplifican las nuevas técnicas de publicidad con IA en plataformas digitales), Victoria opta por demostrar que no buscó atajos.

Con este trabajo, la marca muestra cómo la excelencia artesanal puede ser una bandera de diferenciación para el trabajo bien hecho, colocando por encima de la inmediatez que ofrece la IA a la Inteligencia Natural, como me gusta llamarla.

La pieza de Victoria se convierte, así, en un recordatorio de que la publicidad también vive del pulso humano y del trazo imperfecto que revela la paciencia y el detalle detrás del producto.

El Impacto Emocional y Cultural para el Usuario

El cortometraje titulado Xolo narra la historia de una amistad duradera entre un perro callejero y una persona, utilizando el Día de Muertos como anclaje cultural. Nada más cotidiano para los mexicanos que en esta época de mandarinas y cempasúchil solemos abrir la puerta a la nostalgia por los que ya no están.

La pregunta central de la campaña, “A ti, ¿quién te espera?”, conecta con una fibra universal sobre la pertenencia y el hogar, pero lo hace desde el cariño que se tiene por esos compañeros que de vida capaces de arreglar un mal día con tan sólo una mirada.

El «pulso humano» de la imperfección al oleo

El impacto visual no se basa en la pulcritud digital, sino en lo opuesto.

La grandeza de la pieza radica justamente en sus imperfecciones, en cada textura irregular y en el trazo visible del óleo que revela la mano detrás de la creación.

Es esta fragilidad percibida, un factor inherentemente humano, lo que dota al video de su belleza visual y lo convierte en un recordatorio de que la perfección no siempre está en lo pulido, sino en lo auténtico.

La campaña ha sido recibida con entusiasmo, celebrándose tanto la calidad artística como la emotiva historia.

Aunque en la historia del corto es posible saber de antemano lo que irá pasando, ya que desde el título y la elección de los colores se deja entrever lo que viene, el relato está tan bien contado por las imágenes que emociona justo por predecible.

El puente entre la estética de arte y las métricas de negocio

La marca logró lo que pocas alcanzan: ser un caso excepcional que no solo gana prestigio en la industria creativa, sino también fidelidad en el mercado, pues los consumidores están reaccionando positivamente al elogiar el uso de una técnica lenta e imperfecta, pero humana, por encima de la rapidez que ofrece lo digital.

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