GeeksTerra, 6 de enero.- Las naves no tripuladas y controladas desde tierra mejor conocidas como drones, seguramente aparecieron en muchas de las cartas que se enviaron al polo Norte o que se dejaron en los zapatos de miles de hogares en el mundo, algunos de los solicitantes de seguro vieron cumplidas sus expectativas, otros deberán esperar un poco más.
Pero en el marco de estas fiestas decembrinas y de inicio de año, los ataques en Irán, que cobraron la vida del general iraní Qasem Soleimani, se estima (al menos así lo demuestra la prensa de Estados Unidos) un uso de drones que está lejos del entretenimiento, me refiero a uso militar.
Lo que demuestra que un dron no es un simple juguete, ya que permite la existencia de este tipo de teorías, pues aunque el gobierno de Trump señala que lo ocurrido en Irák es resultado de un trabajo de inteligencia, algunos medios señalan de manera verosímil la presencia de la tecnología que hay en este tipo de naves en los ataques que tienen al mundo preocupado, por los efectos de los mismos.
Si bien es necesario contar con permisos para volar sobre determinadas zonas los drones que pesan más de 2 kg, también es cierto que con los drones más pequeños es importante tener precauciones, ya que los accidentes siempre pueden pasar y hay que evitar lesiones, ruptura de cosas o la pérdida de la aeronave.
Por muy pequeño que sea un dron, éste no debe rebasar los límites de altura permitidos en cada zona, no debe sobrevolarse sobre contingentes de más de 12 personas, tampoco debe manipularse cerca de áreas restringidas por las autoridades o cerca de piezas irremplazables que pueden resultar dañadas al tener problemas con el control de la aeronave.
Un piloto de dron que tenga licencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sabe perfectamente que requiere de un copiloto que le ayude a mantener la visión sobre el objetivo, los pilotos que sólo aprenden al elevar una nave no tripulada con ayuda de un smartphone o una tablet no contemplan los riesgos que existen de que la señal se pierda y junto con ello la visibilidad.
Los peligros que encierra el vuelo de drones sin la asistencia debida son bastantes, pueden interferir en el tráfico aéreo, del que depende la seguridad de los vuelos tripulados, pueden ocasionar accidentes, se han dado casos de personas que padecen cortaduras en los dedos por tratar de agarrar alguna de estas naves en pleno vuelo.
Es importante cuidar los lugares donde estarán volando las naves no tripuladas, especialmente si no se tienen conocimientos sobre aeronáutica: en áreas urbanas existen cables y árboles, sobre el agua no es conveniente volar ya que es posible perder la señal que va del control a la nave y por lo tanto la nave.
Es claro que el dron diseñado para efectos militares como el transporte de bombas o combustible tiene un peso superior a los 2 kg, el Predator B, señalado como actor en la muerte de Qasem Soleimani, tiene una turbohélice que se mueve con una potencia de 950 caballos de fuerza, además de que puede soportar pesos de hasta 2250 kg.
Ciertamente este tipo de naves no son de las que se encuentran en las tiendas de juguetes, pero el cuidado de las condiciones en las que se elevan aquellas que sí llegan como juguetes es responsabilidad de quien decide elevar una de estas naves ´por su habitación o por encima de personas que se encuentran en una reunión, como una boda o una fiesta de aniversario.