GeeksTerra.- Nos enfermamos y todos en vez de acudir al médico, mejor buscamos en Google nuestros padecimientos, en algunos casos puede coincidir, en otros nos diagnosticarán una enfermedad mortal como le ocurrió a Carolina Hernández, que sufrió un grave caso de Cibercondria:
“Pensé que me iba a morir, me mandaron hacer estudios de marcadores tumorales y yo me metí de chismosa en internet, con el diagnóstico que ya me habían dado, te vas metiendo y metiendo a los blogs, y entonces vas viendo los comentarios de otras personas, tú misma te sugestionas de que me voy a morir”.
Carolina, al buscar una respuesta a su enfermedad entró a internet y al ver la respuesta se sugestionó tanto que veía que sus días estaban contados, creía que tenía cáncer terminal en vez de síndrome de ovario poliquístico. Sufrió una de las peores semanas de su vida.
“Esa semana me la pasé buscando diario, hasta en grupos de tanatología, porque era un diagnóstico grave según yo, estábamos buscando, pero por meterme a internet y no esperarme a los resultados de los estudios, sufrí”.
“Después fui con el doctor y dijo -en efecto no tienes nada-, -eso me pasa por andar buscando diagnósticos en internet-, pensé”, dijo en entrevista con GeeksTerra.
Así como Carolina, todos los que tenemos acceso a Internet, hemos padecido de cibercondria una vez en la vida, el acceso a la red, facilita mucho la vida, pero también nos puede enfermar sin estar enfermos.
En nuestros tiempos sentimos un poco de malestar en la garganta, estornudamos, vamos a internet y buscamos síntomas de COVID, y al observar los síntomas, creemos que ya nos contagiamos de dicho virus.
Gracias a estos autodiagnósticos, miles de personas han tenido días muy malos, ya que, en lugar de acudir con un especialista, determinan lo que tienen o no tienen a través de interpretaciones equivocadas de lo que leen.
“Doctor Google” y el desconocimiento aumenta la Cibercondria
Uno de los problemas, nos comenta Carolina, fue que el doctor que atendió su caso no habló las cosas claras desde el principio y es por eso que recurrió al “Doctor Google”.
“Lo que puede suceder con los médicos es que no te hablan en un idioma que tú puedas entender, ellos dan por hecho que tú entiendes qué enfermedad tienes. “Por no hablarme de manera directa pues yo tuve que buscar y sufrir toda esta semana.”, dijo Carolina.
Toda una semana con la creencia de tener una enfermedad mortal, originaron episodios de ansiedad, no dormir, preocupación, llanto y hasta sentimientos de soledad. Sin embargo, afortunadamente todo salió bien.
“Desde que me hice los estudios hasta que me entregaron el resultado fue una semana completamente tortuosa. Sin embargo, cuando me entregan el resultado pues era negativo y ya el tratamiento que seguí ya fue con la doctora”.
A pesar de la experiencia por la que pasó Carolina, ella sigue buscando información en Internet antes de acudir al médico. “Todavía lo sigo haciendo con regularidad, por ejemplo, tengo una bolita en la garganta y sí lo sigo haciendo, sigo buscando en internet”, señaló.
Que las personas sigan buscando en internet para aclarar sus dudas es normal, pues la curiosidad sobre lo que se tiene o padece no cesa hasta que hay mejoría, esa curiosidad sumada a la sensación de haberla satisfecho debidamente abren la puerta a diagnósticos apresurados.
¿Qué es la Cibercondria?
La cibercondria es llevar la hipocondría al entorno digital, lo más común es auto diagnosticarse preguntándole a Google.
Aunque este término no viene tipificado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM 5), comparte los síntomas con los hipocondriacos, ya que los cibercondriacos exageran los malestares que tienen y se autodiagnostican con enfermedades graves, creen tener la enfermedad y padece ansiedad por ello.
Las Fake News potencian la Cibercondria
Las consultas sobre temas médicos en internet deben ser cuidadosas, ya que en la red, una de cada tres notas sobre salud son fake news, lo que se debe en buena medida a que los sitios que dan recomendaciones médicas difícilmente se nutren de información actualizada o de los conocimientos de especialistas en los temas de los que hablan.
El surgimiento de remedios para curar enfermedades, así como la posibilidad de enfrentar ciertos padecimientos aumenta cuando las poblaciones se enfrentan con enfermedades desconocidas como es el caso de la COVID.
Entre los problemas con los que actualmente se enfrentan los médicos, está el hecho de que el paciente ya llega al consultorio con un diagnóstico hecho por él mismo, a partir de lo que cree saber sobre un tema que le preocupa, es decir llega sobre informado y en muchas ocasiones con información errónea.
Un dolor de cabeza fácilmente se convierte en un tumor cuando el consultorio del médico es sustituido por sitios como Wikipedia, por lo que debes de tener cuidado al momento de buscar en la red información sobre tu salud, y entender que estas búsquedas no sustituyen a la consulta del médico.
A pesar de que gran parte de la población sigue creyendo que el mejor doctor es Google, hay que tomar en cuenta la valoración de un médico, ya que el enfermo puede prevenir que un padecimiento se complique y se torne mortal por llegar a atenderse cuando es tarde para salvar su vida, o en caso contrario pensar que tiene una enfermedad mortal cuando era una simple gripe y a la inversa.
Caso contrario: Tener coronavirus y darle la espalda
Contrario a lo que pasa con la cibercondria tenemos el exceso de confianza que puede resultar de interpretaciones erróneas sobre la información que hay en internet, esta falsa confianza puede llevar a la población a confiarse en las medidas que suele tomar para cuidar de su salud al grado de pensar que son suficientes.
Muchas reuniones y eventos familiares se realizan con la idea de que es posible evitar el Coronavirus cuando es poca la cantidad de personas que se reúnen en un lugar, o que es posible andar sin cubrebocas si es que ésta ya se padeció o se ha recibido la vacuna, pero esta falsa confianza genera contagios.
En las redes mucho se discute sobre la eficacia del uso del cubrebocas, por ejemplo, y miles de personas asintomáticas terminan contagiando a millones por hacer caso de la información poco precisa que se tiene a la mano en diversa páginas web que se encuentran en Internet.
Buscar y tener curiosidad no es malo, lo malo ya será para acabar teniendo cibercondria o exceso de confianza es la falta de espíritu crítico con el que se recibe la información que llega a nuestros ojos.