Nikon anunció la expansión de su sistema de lentes para cámaras sin espejo de formato APS-C con dos nuevos modelos, el Nikkor Z DX 16-50mm f/2.8 VR y el Nikkor Z DX MC 35mm f/1.7.
Ambas ópticas atienden necesidades específicas de los fotógrafos, enfocándose en el rendimiento en condiciones de luz complejas y en la capacidad de realizar tomas de aproximación extrema.
Un zoom estándar luminoso para condiciones de poca luz
El nuevo Nikkor Z DX 16-50mm f/2.8 VR se posiciona como una alternativa de mayor rendimiento al lente de kit estándar, al ofrecer una apertura máxima constante de f/2.8 en todo su rango focal.
Esta característica permite capturar una mayor cantidad de luz, lo que resulta crucial para obtener imágenes nítidas en interiores o durante el atardecer sin necesidad de elevar excesivamente la sensibilidad ISO.
La apertura constante también facilita la creación de retratos con un desenfoque de fondo pronunciado y suave, un efecto conocido como bokeh, que ayuda a aislar al sujeto.
Adicionalmente, el lente incorpora un sistema de reducción de la vibración (VR) de 5 pasos que compensa el movimiento de la cámara, permitiendo disparar con velocidades de obturación más lentas a pulso.
El primer lente macro nativo para el sistema Z DX
Con la introducción del Nikkor Z DX MC 35mm f/1.7, Nikon ofrece por primera vez un lente macro (Micro) nativo para su montura Z de formato DX, cubriendo un vacío importante en su catálogo.
Este objetivo alcanza una relación de reproducción máxima equivalente al tamaño real, permitiendo a los usuarios fotografiar detalles intrincados de objetos pequeños como insectos, flores o texturas.
Su diseño cumple una doble función, ya que la distancia focal de 35mm (equivalente a 52.5mm en formato completo) y su rápida apertura de f/1.7 lo convierten en un lente fijo versátil para el uso diario.
Es una opción adecuada para fotografía de calle, retratos o cualquier situación que demande un buen rendimiento con poca luz y un tamaño compacto.
Características clave de los nuevos lentes Nikkor Z DX
Ambos objetivos están diseñados para complementar las cámaras del sistema Z DX, como la Nikon Z 50II, e incluyen motores de autoenfoque silencioso y un anillo de control personalizable para un manejo directo de funciones como la apertura o la sensibilidad ISO.
Nikkor Z DX 16-50mm f/2.8 VR

- Apertura: f/2.8 constante en todo el rango del zoom.
- Distancia focal: 16-50mm (equivalente a 24-75mm en formato FX).
- Estabilización: Sistema de Reducción de la Vibración (VR) con compensación de 5.0 pasos.
- Enfoque mínimo: 0.15 metros en el extremo angular.
- Construcción: Incluye un elemento de cristal ED y dos lentes asféricas para minimizar aberraciones.
- Peso y tamaño: Aproximadamente 330 gramos de peso y 8.8 cm de longitud.
Nikkor Z DX MC 35mm f/1.7

- Apertura: f/1.7 máxima para un rendimiento superior en baja luz y bokeh pronunciado.
- Función macro: Relación de reproducción máxima equivalente a tamaño real (1:1).
- Distancia focal: 35mm (equivalente a 52.5mm en formato FX).
- Enfoque mínimo: 0.16 metros desde el sensor.
- Construcción: Adopta un elemento de vidrio ED asférico para reducir la aberración cromática.
- Diseño: Sistema de enfoque interno que mantiene la longitud del lente sin cambios.
Una expansión del ecosistema APS-C
El lanzamiento de estos dos lentes representa un paso fundamental para la consolidación del sistema Z DX de Nikon, al responder directamente a la demanda de los usuarios por ópticas de mayor especialización y rendimiento.
La ausencia de un zoom f/2.8 y un lente macro nativo era una de las principales limitaciones para los fotógrafos entusiastas que habían adoptado la plataforma APS-C sin espejo de la marca.
Con estas adiciones, el sistema se vuelve una opción considerablemente más completa y versátil para quienes buscan calidad de imagen en un formato más compacto.





