El Red Hat Summit: Connect 2025 en México estableció una premisa inequívoca: la adopción de la Inteligencia Artificial a escala empresarial solo será sostenible si se construye sobre los principios de código abierto.
El debate central en el evento, enfocado en el impacto transformador de la IA, giró en torno a la necesidad de democratizar la tecnología y garantizar su uso ético mediante la transparencia, la gobernanza y la eficiencia energética.
El código abierto como base de la IA ética: Transparencia y auditoría
La creciente preocupación por el sesgo algorítmico y la opacidad en los modelos propietarios obliga a la industria a buscar plataformas transparentes.
En este contexto, el open source se presenta como la solución estructural para abordar la ética.
«El código abierto nos permite hacerlo de manera transparente, con control sobre los datos y con soluciones energéticamente eficientes». Explicó la gerente de Inteligencia Artificial para Red Hat Latinoamérica, Victoria Martínez.
La gobernanza de la IA: Más allá de la caja negra
La transparencia es la herramienta fundamental de la gobernanza de la IA, definida por expertos como IBM (socio de open source) como la estructura de procesos para asegurar sistemas éticos, justos y auditables.
En los modelos de caja negra, es imposible auditar cómo se toman las decisiones; sin embargo, el código abierto facilita la inspección del código base.
Esta capacidad de auditoría comunitaria es indispensable para identificar y mitigar sesgos en el entrenamiento, garantizando que el impacto de la IA sea equitativo.
Sostenibilidad y acceso equitativo: Por qué la IA no debe ser solo para gigantes
“La Inteligencia Artificial transformará todos los sectores, pero debemos asegurarnos de que no se convierta en una herramienta exclusiva de unos pocos. En Red Hat creemos en democratizar la tecnología y construir un futuro basado en plataformas abiertas, sostenibles y colaborativas”. Advirtió el vicepresidente y director general de Red Hat NoLa, Javier Cordero.
Modelos ligeros: Cuantización y el ahorro del 70%
Para reducir la barrera económica y ambiental, Red Hat promueve el uso de modelos cuantizados y distribuidos.
Estas técnicas optimizan los modelos de IA para que requieran menos potencia de cómputo, lo que se traduce en una reducción de hasta el 70% del consumo de recursos de GPU.
Esta eficiencia energética reduce la huella de carbono de la IA y permite a las pequeñas y medianas empresas acceder a capacidades avanzadas sin la necesidad de invertir en grandes infraestructuras de nube.
Soberanía digital: El control local de los datos
El control sobre la tecnología es sinónimo de soberanía digital. Según analistas del Polo del Conocimiento, la soberanía permite a las organizaciones gestionar sus propios datos localmente sin dependencia de un único proveedor de nube, asegurando control sobre la privacidad y los costos.
“La clave no está en usar Inteligencia Artificial, sino en adoptarla con propósito. Las organizaciones deben entender su funcionamiento, riesgos y beneficios, y adaptarla a su contexto local. Solo así la IA generará verdadero valor y soberanía tecnológica”. Subrayó el Senior Principal Chief Architect para Red Hat Latinoamérica, Víctor Cornejo.
Agentes inteligentes y el control: La seguridad en la autonomía abierta
La evolución de la IA hacia los agentes inteligentes (Agentic AI) —sistemas capaces de razonar, planear y ejecutar de forma independiente— introduce nuevos desafíos de seguridad y ética.
La autonomía exige un control estricto. La interoperabilidad y las plataformas abiertas son cruciales aquí, ya que el código auditable permite que la comunidad desarrolle mecanismos de seguridad colaborativos, como protocolos de monitoreo y kill switches, asegurando que la capacidad de los agentes de ejecutar no exceda las políticas de la empresa.
Sin embargo, el panorama del open source no está exento de desafíos, especialmente en el área de licencias, donde las restricciones en algunos modelos de lenguaje (LLMs) complican la adopción empresarial, tal como advierte la firma Vaultinum.
El compromiso con el código abierto puro y las licencias permisivas es vital para mantener la promesa de la democratización.
Conclusión: El código abierto es la única vía para una revolución responsable
El Red Hat Summit 2025 clarificó que la revolución de la Inteligencia Artificial debe ser una transformación compartida.
La eficiencia que proporcionan los modelos cuantizados y la transparencia de las plataformas abiertas no son solo ventajas técnicas, sino requisitos éticos para una adopción responsable.
Al priorizar el código abierto, las organizaciones garantizan la gobernanza de sus sistemas, promueven la sostenibilidad energética y aseguran la soberanía digital, estableciendo un futuro donde la IA es un motor de progreso accesible para todos los sectores, no solo para unos pocos.





